Una experiencia que se queda contigo

Visitar el Opera House no es solo ir a un show, es vivir un momento especial. Desde que llegás caminando por Circular Quay, con el Harbour Bridge de un lado y la arquitectura imponente del Opera House desde el otro, ya sentís que estás en una película.

Si vas con amigos, es el plan ideal para cerrar la tarde tomando algo en la terraza del Opera Bar. Si vas con tu pareja, tenés la cita perfecta. Y si vas con la familia, hay espectáculos diseñados para todas las edades.

La energía del lugar, la calidad de las producciones y el hecho de estar en uno de los lugares más emblemáticos del mundo hacen que todo valga la pena.

Para la comunidad latina: ¡este lugar también es tuyo!
A veces, como latinos, creemos que estos espacios no ofrecen eventos “para nosotros”. Pero eso no es cierto. El Opera House abre sus puertas a todas las culturas y hay muchas presentaciones que reflejan esa diversidad. De hecho, frecuentemente hay artistas internacionales, shows en distintos idiomas y colaboraciones con festivales multiculturales.

Además, el ambiente es relajado. Nadie te va a mirar raro por tu acento o por no ir de vestido o corbata. Lo importante es disfrutar y ser parte de lo que esta ciudad ofrece.